El mercado de las criptomonedas ha crecido rápidamente y cuenta con más de 10.000 criptomonedas diferentes. Sin embargo, no todas estas criptomonedas son iguales. Si bien algunos tienen fundamentos sólidos y casos de uso práctico, muchos otros carecen de sustancia y están impulsados principalmente por la especulación.
Por ejemplo, las monedas meme (criptomonedas creadas a menudo como bromas o basadas en tendencias de Internet) a menudo experimentan picos de precios dramáticos debido a la exageración de las redes sociales y a un grupo concentrado de inversores. Si bien estas monedas pueden generar entusiasmo a corto plazo, son notoriamente volátiles y pueden caer tan rápido como suben, dejando a los recién llegados con grandes pérdidas.
La estrategia más segura para los principiantes es centrarse en las principales criptomonedas establecidas con un historial comprobado y aplicaciones en el mundo real. Las criptomonedas como Bitcoin, Ether y Solana son ampliamente reconocidas, tienen ecosistemas sólidos y cuentan con el respaldo de comunidades de desarrolladores activas. Estos activos son menos propensos a una volatilidad extrema que los tokens especulativos más pequeños y se consideran la base del criptoespacio.