En los últimos cinco años, ha quedado cada vez más claro que los criterios ESG ya no son algo agradable de tener. Hay riesgos reales de equivocarse, y las empresas que no prestan la debida atención a la ‘S’ corren el riesgo de quedarse atrás. La dimensión social de ESG incluye una amplia gama de cuestiones como prácticas laborales, participación comunitaria, derechos humanos y relaciones con los empleados. Las empresas que ignoran estas áreas arriesgan no sólo su reputación sino también su viabilidad a largo plazo.
Las empresas deben garantizar salarios justos, condiciones de trabajo seguras y respeto por los derechos de los trabajadores, ya que las malas prácticas laborales pueden provocar huelgas, batallas legales y pérdida de confianza de los consumidores. Las empresas también deben contribuir activamente a las comunidades en las que operan, incluso contratando localmente, apoyando a empresas locales y participando en proyectos comunitarios. Hay algunas cuestiones no negociables, como la protección de los derechos humanos. Las empresas deben garantizar que sus operaciones y cadenas de suministro estén libres de violaciones de derechos humanos como el trabajo forzoso y el trabajo infantil. Además, fomentar una cultura laboral positiva que promueva la diversidad, la equidad y la inclusión aumenta la satisfacción y la productividad de los empleados, reduce la rotación y fomenta la innovación.
La mitigación del riesgo no debería ser el único factor para centrarse en los aspectos sociales de ESG. Si lo hace bien, puede beneficiar a su empresa de muchas maneras. Esto conduce a prácticas comerciales más éticas, mejora la reputación de la marca y mejora el desempeño financiero. Las empresas que priorizan la “S” en ESG están mejor posicionadas para atraer y retener talento, construir relaciones más sólidas con los clientes y reducir los riesgos relacionados con cuestiones sociales.
Se están logrando avances, pero se puede hacer más, como lo muestran los informes ESG de muchas empresas, como el Informe de desempeño ESG y de negocio responsable de Pinsent Masons.
Papel del asesor legal
Cuando se trata de los aspectos sociales de ESG, el abogado general tiene un papel clave que desempeñar para garantizar que las empresas den pasos significativos hacia adelante. De manera similar a la cuestión del ‘lavado verde’, las empresas deberían evitar calificarse a sí mismas como ‘socialmente responsables’ con políticas y mensajes de marketing sin una acción real. A medida que aumentan el conocimiento de las partes interesadas y los niveles de conocimiento, las empresas ya no pueden escapar de enfoques vagos o espurios sobre las cuestiones ESG.
Los datos son una herramienta importante para eliminar el ruido y mostrar el progreso. Las áreas de enfoque para realizar un seguimiento del progreso dentro de su negocio incluyen la contratación de candidatos más diversos y la retribución a su comunidad. Los equipos legales internos buscan cada vez más experiencia externa para introducir cambios concretos y significativos en el impacto social y las prácticas responsables. Por ejemplo, los equipos de Consultoría, Procesos y Tecnología y Servicios Legales Administrados de Pinsent Masons están aprovechando la tecnología para capturar datos útiles de los departamentos legales internos que informan las conversaciones estratégicas en toda la empresa.
participación del liderazgo
El liderazgo desempeña un papel fundamental a la hora de impulsar e implementar cambios a largo plazo dentro de una organización, y los equipos de alto nivel deben comprender la importancia del cambio. Crear líderes en la junta para temas específicos, como la movilidad social, por ejemplo, puede ser útil, especialmente si esa persona puede hablar desde su experiencia personal y ponerle un rostro humano al tema. Una excelente manera de darle vida a sus problemas. Dedicar tiempo a interactuar con las juntas directivas de esta manera puede beneficiar a los abogados a largo plazo. Porque uno de los mayores desafíos a la hora de cambiar o incorporar un cambio de actitud es asegurarse de que dure.
Regulaciones futuras que afectan las consideraciones sociales
Varias regulaciones próximas afectarán la forma en que las empresas aborden e informen sobre los aspectos sociales de ESG. Estos incluyen la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), la Junta de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB) y la Directiva de Diligencia Debida de Sostenibilidad Corporativa (CSDDD). Estas nuevas reglas tendrán diferentes impactos y requisitos en las prácticas comerciales.
CSRD
CSRD es una regulación de la Unión Europea que requiere que las empresas presenten informes detallados sobre sus prácticas de sostenibilidad. Las empresas deben ser más transparentes sobre sus impactos ambientales y sociales y demostrar cómo abordan cuestiones como el cambio climático y los derechos humanos. Esto también acercará la presentación de informes de sostenibilidad a una gama más amplia de empresas y empresas, incluidas muchas empresas de fuera de la UE.
ISSB
ISSB desarrolla estándares globales para informes de sostenibilidad para garantizar la coherencia y comparabilidad entre empresas. Esto significa que empresas de todo el mundo siguen las mismas reglas al informar sobre sus esfuerzos de sostenibilidad, lo que facilita la comparación del desempeño.
CSDDD
CSDDD es otra regulación de la UE que requiere que las empresas lleven a cabo la debida diligencia en sus cadenas de suministro para identificar y abordar los riesgos ambientales y de derechos humanos. Las empresas deben verificar toda su cadena de suministro para asegurarse de que no estén contribuyendo a violaciones de derechos humanos o daños ambientales, y tomar medidas cuando haya problemas.
Si bien los factores ambientales y de gobernanza son importantes, no se deben ignorar los elementos sociales de ESG. Al priorizar la responsabilidad social y cumplir con las próximas regulaciones como CSRD, estándares ISSB y CSDDD, las empresas pueden lograr un crecimiento sostenible y contribuir positivamente a la sociedad. A medida que las partes interesadas exigen cada vez más estrategias ESG integrales, las empresas que adopten la “S” se destacarán como líderes en prácticas éticas y sostenibles.